Hay países que tiene una gran cultura del deporte (como Brasil) y hay países que no. Sin embargo no le podemos echar la culpa a la zona geográfica donde nacimos de nuestros hábitos en la vida adulta. Ejercitarnos es, junto con la alimentación el pilar de una vida saludable y plena, ¡así que manos a la obra!
Motivación positiva
Lo primero que necesitamos antes de ir a pagar la anualidad del club deportivo es motivación positiva. Es decir: enumera todos los beneficios que hacer ejercicio va a traer a tu vida: tonificar los músculos, relajarte, crear una rutina que con el tiempo beneficiará tu salud, conocer nuevas personas… Esta lista tenla en el buró a lado de tu cama para leerla cada vez que tengas pereza de levantarte temprano para irte a correr.
Una falla no es motivo para dejarlo por la paz
Una vez que prepares un plan de ejercicios trata de seguirlo día a día (con sus respectivos descansos) So por alguna razón fallas y no lograste hacer la rutina semanal, ¡No lo abandones! y vuelve a comenzar. Gran parte de desertar en el ejercicio surge en el momento en que ya pasaron dos días que no nos paramos por el gimnasio y lo damos por perdido, por ser muy duros con nuestra expectativa con nosotros mismos. Hay que ser flexible con nosotros mismos y permitirnos un poco de margen.
No inicies con mucho
El trabajo del cuerpo debe ser gradual. Si no estás acostumbrado a correr no empieces con un maratón de 11 kilómetros porque terminarás en el hospital. Lo más recomendable es pidas consejo de un profesional, un instructor es la persona adecuada.
Disfruta el ejercicio
hay personas que disfrutan los gimnasios, las pesas, los ejercicios en equipo o las competencias. Centra tu energía en los ejercicios que más llamen tu atención y que disfrutes. En lo personal, una clase de yoga o de natación son nuestras favoritas.
Añade movilidad a tu vida diaria
Desde subir las escaleras en vez de utilizar el elevador, hacer pesa con las bolsas de la despensa, hacer tareas del hogar con velocidad y vigor son algunas de las formas activar tu cuerpo. También puedes caminar en tus horas libres o ejercitarte en la sala de tu casa.
Crear un hábito a veces parece muy complicado, pero siempre puedes hacerlo, cada día, así que no dejes de intentarlo.
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